Tu cuerpo.
Uno a mi alrededor.
Una en mis manos
de frente.
Desnuda...
y fría,
y caliente.
Ya no hay perdón.
Masticando tus lenguas en Pezón,
separo el verde de la fresa
y la pipa del limón.
Llama azul
dentro de la sangre
y sale
sin el rojo de su corazón.
Pero amanece
y siempre tarde
y luego el malo soy yo.
Tiza lleva labio
y un roto sin sabor.
Vestida DE LINO
me adentro en tu murmullo
en silencio
haciéndome mitad
y transparente.
Dejo imaginar.
Mañana pintare mis demonios.
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