El atardecer se hizo cobarde
y desaparecio,sin dejar,
ni el timido aletear de consonante
tatuado en las arenas de mi mar-
Las laminas de pared,oscurecidas por el lento paso del tiempo,
que ya ni me deja pensar.
Trago de un trago tus versos,
para volvérlos a tragar
el blanco se prima en tinta de su piel
y la mia,tan solo vigila
por si en ella se te ocurre aparecer.
ahorcado por la ausencia
y juzgado por la espesa vanidad.
Humo de los ojos hacia la boca
intentando respirar.
la voz,choco lenta entre la roca
que solo quería...a...mar.
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