Me alejé de las estrellas
y me volví, para bebérmelas despacio.
Quieto, cerca de la arena
me arranqué la voz... con las seis cuerdas.
Se quedó en murmullo, y se apagaba, por cada una de sus olas,
en la fría noche
de la fría sangre que se quema.
Cerrados los ojos... silencio
besos en boca y labios de espuma.
Se acercan...
Se alejan...
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