y todos, o casi todos nos damos por besados al final.
Quedan, los besos que no has dado
y los cuerpos sin caricia que olvidastes al marchar.
Flores en el agua
un lamento perdido por detrás,
y el silencio oscuro que derrama...
entre la piedra fría
y la ceniza sin gracia en la palma de la mano...
que se deja atravesar.
Ahora estoy desnudo
y tu, pidiéndome la luna
te conviertes en nube
y la atraviesas
por la parte que no cubre
mas que la mitad.
Es sincera una palabra
mas, que las que nunca se escriben
por miedo a derretirse entre la tinta
por miedo a desangrarse con verdad.
Me voy,
acompañado de esa luna que mira
todas mis noches
a través de ese cristal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario