jueves, 6 de septiembre de 2018

Fiel tormenta


Luna en vientre, hueso de aceituna.
Cabalgo dentro de tu ola de arena
sin espuma.
Los dedos de la victoria
me han marcado la frente,
la misma que cada noche
soñaba a tu altura.

Yo no quiero "te quieros",
sí un "te quiero" sincero,
pero de tu boca
y no de la mujer que no conozco.

Dime tú si el final está tan cerca
porqué no vienes y me clavas el puñal.
No tengo miedo de morir.
Sí de volver a despertar. .......





Otro tiempo.
Con otro traje vistió mi corazón
entre las nubes que hoy no veo,
que se marcharon o se guardaron solas.

Manos que me miro envejecidas
por el paso del pasar,
tiempo a ratos suicida,
vida perdida sin amar.
Cuatro estaciones y una bala
por cada nota extendida.

Hoy soy de mi sangre.
Ya tragué venas perdidas,
azules, como los brillos de mis cristales.
Ya lloré noches de huida,
ya fui muerto,
muerto en vida
y solo me alivia soñar,
y el llanto cuando ese sueño
y se  hace realidad. ......






Bocanada de aire
que fue al mar.
Mar en su corriente con sus claves,
caminos infinitos
descubriendo lo que nunca supo nadie.

Hay cadenas sin llave
y llave con cadena.
Fuegos son tus luces,
fiel tormenta.
Luces de trueno en horizonte
atravesándome por la mitad.
Solo puedo reír,
no me sale llorar.
Es tu estruendo
la mitad del ruido
que puedo soportar.

No tengo miedo a casi nada
y menos a la verdad.
La línea no se para,
solo guía
y solo puedo llegar.

¿Dónde están las celdas empapadas en lluvia?
Solo veo charcos de vino a mi alrededor,
velas encendidas
y pasos en calles vacías.
Nostalgia en terrazas antiguas.

Perdone, ¿podría decirme dónde estoy?
¡Pues si no lo sabes tú!, fue su respuesta.


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